El ejercicio es mucho más efectivo que los medicamentos para conservar la salud y el peso adecuado.
Los médicos deben prepararse de forma profesional para prescribir la actividad física como medicina, dado que hacer una hora diaria de actividad física moderada activa cerca de 800 genes que contribuyen a conservar una buena salud además de que previene enfermedades mortales como la diabetes, el cáncer y los accidentes cardiovasculares.
De acuerdo con el Doctor John Duperly, especialista en Medicina Interna de la Universidad de Rosario en Colombia, quien ha presentado en distintos foros ponencia titulada “Cómo el Ejercicio es Medicina y otros programas han ayudado a superar retos de fomentos de actividad física”, existe probada evidencia científica sobre el beneficio que brinda a la salud el realizar actividad física de forma constante y sistemática. De acuerdo con el experto colombiano “hasta el momento no hay ningún fármaco en el mercado que tenga los efectos de mantener un estilo de vida saludable a través del ejercicio”.
El especialista ha compilado numerosas evidencias científicas que comprueban los beneficios de la actividad física en la prevención y manejo de enfermedades. Citó, por ejemplo, un estudio realizado en 40 mil hombres y 12 mil mujeres que fue publicado en 2010 en el British Journal, en el que se demuestra que tener una mala condición física es uno de los riesgos más altos para detonar la diabetes y los accidentes cardiovasculares.
De acuerdo con este estudio las mujeres que no hacen ejercicio tienen un índice de mortalidad casi dos veces mayor por accidentes cardiovasculares, diabetes y cáncer; que las que sí realizan una actividad física consistente; incluso, como parte de este estudio se comprobó que las mujeres activas tienen una menor morbilidad, aun cuando tengan sobrepeso.
“El único quemador de grasa que restablece el equilibrio de las células es el ejercicio. Además se han identificado varios mecanismos sobre cómo la actividad física ayuda a un mejor transporte de la glucosa, independientemente del nivel de insulina, algo vital para una persona diabética”, explicó.
Sin embargo, dijo, es importante que los profesionales de la salud cuenten con las herramientas y conocimientos básicos para prescribir la actividad física de forma terapéutica e incluso recomendó desarrollar un “tool kit” básico que ayude a los médicos a brindar la información suficiente a sus pacientes para motivarlos a cambiar sus hábitos.
Con cinco cambios en el estilo de vida, explicó, se puede reducir 90% riesgo de desarrollar diabetes, tipo 2.
Estos cambios son:
- No fumar
- Tener un consumo moderado de alcohol
- Comer cinco porciones de frutas y verduras al día
- Hacer 150 minutos de ejercicio a la semana –lo que equivale a media hora al día-‐
- Mantener un peso
Sin embargo, puntualizó, aún es necesario hacer un esfuerzo multidisciplinario en el que se involucren gobiernos, industria y medios para motivar un cambio en la mentalidad de las personas y motivarlas a mover su cuerpo.