Día Mundial del Agua: de la idea a la acción

Día Mundial del Agua: De la idea a la acción

Por María Luisa Málaga, directora ejecutiva de ABRESA

Según las Naciones Unidas, 1 de cada 3 personas viven sin agua potable, es decir, un tercio de la población mundial no tiene posibilidades de mantener hábitos de higiene como los que nos exige esta pandemia para prevenir el contagio de la COVID-19. Además, se proyecta un aumento en la demanda del agua de más del 50% para el 2040.

¿Podremos mundialmente cumplir con este requerimiento? Esa es la pregunta clave que todos (comunidad, sector privado y el Estado) debemos hacernos, especialmente, en una coyuntura como la que nuestro país atraviesa por la crisis sanitaria, económica y política. La respuesta no es clara, pero parece acercarse más a una negativa. ¿Qué hacemos entonces como privados? Principalmente, tomando consciencia para pasar de la idea a la acción y aportar al decenio de Agua para el Desarrollo Sostenible (2018-2028) como empresas.

El cuidado de las cuencas hídricas en Perú, por ejemplo, es sumamente importante porque gracias a ellas funcionan nuestras operaciones, pero también porque permiten la operatividad de 110 centrales hidroeléctricas registradas por el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego, lo que representa el 87% de la energía del país, según Osinergmin.

En el Perú, las empresas utilizamos el 6% del agua en actividades industriales que, aunque no sea un porcentaje excesivo, nos transfiere la responsabilidad de emplear proyectos y sistemas que garanticen su adecuado tratamiento, uso y reutilización. Es uno de los pilares básicos para lograr la sostenibilidad en los principales sectores y como país.

Asimismo, no debemos perder de vista la implementación de proyectos que permitan restaurar sistemas hídricos locales, cerrar alianzas con el sector público para la rehabilitación y el monitoreo hídrico, establecer programas enfocados en optimizar la infiltración de agua de lluvia, a través de la conservación, revegetación y restauración de diversas zonas, y mantener un continuo compromiso por medir nuestra huella hídrica.

La responsabilidad y la eficiencia de este recurso es -y tiene que seguir siendo- la prioridad para la industria peruana, sobre todo para el sector de bebidas sin alcohol, porque nos permitirá garantizar una producción segura, de calidad y sin mermas o pérdidas que afecten la reinserción del agua tratada a la naturaleza para asegurar la preservación de las cuencas hídricas en uso.

Publicado en Diario Gestión – 24.marzo.2021